miércoles, 8 de diciembre de 2010

"La exclusión del conocimiento como violencia intercultural"

• Conocimiento científico-tecnológico y exclusión

El alcance a gran escala de la violencia ha sido posibilitado por el conocimiento científico, así como por la aplicación de sistemas tecnológicos, y como consecuencia de lo que algunos autores han llamado la tecnociencia.
Los productos de la tecnociencia resultan del trabajo de grupos de científicos, de tecnólogos, de administradores y gestores, de empresarios e inversionistas y muchas veces de militares. Con lo cual el conocimiento se ha convertido en una nueva forma de riqueza que puede reproducirse a sí misma, también es una forma novedosa de poder.

• La exclusión como violencia

La transformación de las formas de producción de conocimiento, las nuevas prácticas tecnológicas y tecnocientíficas, y las relaciones sociales, económicas, culturales y políticas en que éstas se han venido dando, han generado niveles de exclusión nunca antes vistos, así como nuevas formas.

• La exclusión en el conocimiento distribuido y en la sociedad red

La forma distribuida de producción del conocimiento no significa una democratización del mismo, en el sentido de que sea público y accesible a todos, ni una disminución de la exclusión de millones de seres humanos de sus beneficios. Pero esto no es garantía de que quienes participan de una red se beneficien del conocimiento producido distribuidamente.
Un modelo de sociedad del conocimiento multicultural y justa
En un modelo de sociedad intercultural justa es necesario que existan condiciones para la resolución pacífica de problemas, instituciones y mecanismos que tiendan a disminuir la exclusión de ciertos sectores sociales y faciliten su participación en esos sistemas y en el aprovechamiento del conocimiento para su desarrollo económico y cultural.

• La explotación de recursos naturales

El ejercicio de los derechos económicos y educativos de los pueblos indígenas plantea por lo menos tres cuestiones problemáticas:

1) la propiedad del territorio y de los recursos que contiene.
2) el derecho de los pueblos a tomar decisiones y a realizar acciones para la explotación de esos recursos.
3) la capacidad efectiva de los pueblos para llevar a cabo dicha explotación.

• Derechos económicos y acceso al conocimiento

Para ello es indispensable la participación democrática en el diseño y evaluación de políticas educativas, de ciencia y tecnología, de salud, de relaciones interculturales, y de relación con el ambiente y de desarrollo sostenible.
Un modelo de sociedad multicultural justa
Es necesario promover a niveles nacionales e internacionales la »cultura de la interculturalidad« entendida como el todos los pueblos deben ser respetados y merecen tener las condiciones adecuadas para su desarrollo económico y cultural, y por tanto para el ejercicio de su autonomía.

• Nuevas relaciones entre pueblos y regiones

Para avanzar en la solución a los problemas generados por la asimetría de las relaciones interculturales se necesita que se lleven a cabo reformas del Estado de manera que se establezcan:

a) Nuevas relaciones sociales
b) Económicas
c) Políticas y culturales entre pueblos y entre regiones.

En el caso, estas nuevas relaciones deben garantizar: de los pueblos indígenas

a) La satisfacción de las necesidades básicas de todos sus miembros.
b) La participación efectiva en la decisión de cuándo y cómo explotar los recursos materiales que se encuentran en los territorios que ocupan.
c) Garantizar las formas mismas de producción y aprovechamiento de conocimiento, así como de los sistemas tecnológicos para la explotación adecuada de los recursos naturales.
d) También debe garantizarse la participación de los pueblos indígenas en la construcción de los proyectos nacionales.

 Políticas científico-tecnológicas

La idea central de una sociedad del conocimiento es que la ciencia y la tecnología son indispensables para lograr las condiciones materiales, ambientales, sociales y culturales, necesarias para garantizar el bienestar, una vida digna y una organización social justa para las presentes y futuras generaciones de todos los sectores de nuestras sociedades plurales.

 La ciencia y la tecnología

Es necesario lo siguiente: Debe reconocerse que en torno a la ciencia y la tecnología y sus aplicaciones se congregan y enfrentan intereses económicos, militares, sociales, culturales y ambientales, que muchas veces son incompatibles y llevan a severos conflictos, con frecuencia violentos.

 La participación ciudadana en políticas de ciencia y tecnología

Es imprescindible desarrollar políticas de educación y de comunicación pública de la ciencia y la tecnología, que incluyan a todos los sectores:

o Los gubernamentales
o Los empresariales
o Comunidades científicas y tecnológicas
o Los pueblos indígenas

 La sociedad del riesgo

Se ha insistido en que la ciencia y la tecnología pueden contribuir a la solución de muchos problemas sociales, siempre y cuando reciban de manera accesible y comprensible las demandas de los usuarios, pero más aún, deben establecerse las condiciones adecuadas para que los pueblos decidan el tipo de sistemas tecnológicos que les conviene.

Para la toma de decisiones de este estilo se requiere la participación de muy diversos grupos de expertos y de »no expertos« en un sentido convencional, representantes de los sectores sociales que tienen intereses en juego.

 Las prácticas científicas y las idiosincrasias culturales

El fomento de la cultura científica y tecnológica debe entenderse como el entrenamiento de los miembros de los diversos pueblos que les permita comprender el potencial de la ciencia y la tecnología, pero sobre todo debe ser para participar en las nuevas prácticas de producción de conocimiento, para abordar y resolver problemas inéditos.
Las prácticas no están en un determinado medio previamente existente y previamente constituido, sino que las prácticas forman parte de ese medio, al cual no sólo transforman, sino que también lo constituyen

 Participación pública en una sociedad multicultural

Dado el carácter multicultural de las sociedades contemporáneas es necesario establecer normas éticas y de convivencia política, así como instituciones que garanticen la justicia social para todas las personas y para todos los pueblos, respetando sus diferencias y la identidad y autonomía de cada uno.
La ciencia y la tecnología cambian las formas de vida de la gente, y es éste uno de los rasgos que más agudamente se están notando en la transición a la sociedad del conocimiento.

La decisión de cuáles cambios en las formas de vida son deseables y cuáles no, corresponde a la gente, no a los expertos, ni a los Estados ni a las entidades super-estatales.

 Formación de nuevos profesionales

Se necesita:
o La interfaz entre los sistemas de ciencia y tecnología y el resto de los sectores sociales.
o Colaborar en equipos transdisciplinarios
o Incidir en los sectores de la sociedad plural y democrática
o Contribuir a que los agentes sociales presenten sus demandas
o Colaborar en el diseño de los mecanismos sociales para vigilar y controlar los riesgos

Integrantes:
Mitzy Irasell García Gutiérrez

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